sábado, 24 de noviembre de 2012
En una puta noche de insomnio e ira, por alguna razón recordé la sensación de tener en los oídos una canción de Tool que no recuerdo bien (podría ser Pot) y escuchar, por fuera, como en un sueño lejano el mar agitándose... tener en una mano una cerveza y en la otra la tibieza de una promesa efímera pero cumplida. Debe ser eso... aunque fuiste un hijo de puta, al menos la cumpliste.
jueves, 20 de septiembre de 2012
"Sometimes I hate living, but i'm too afraid to die" Bang bang you're dead.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
¿por qué …? La vida no es más que esqueletos en vestidos verdes, a veces azules, a veces. Caminar sin saber ni a dónde ni con quien, ni por qué. Estoy harta. Tal vez no tan triste, tal vez no tan doliente, pero harta, en un páramo de tibiezas escarchadas que no alcanzan a arroparme. Que no alcanzo a saborear. Por ellos, por ti, por ella, en fin. Por todo eso, que, si he de hablar con voz sincera cada vez siento más difusos. Cada día pierdo más, y la voz lacerante de hastío en el teléfono me lo recuerda. Soy tan solo una niña enferma, vomitando polillas en los rincones, amargando tu vida y la de ellos. Arruinando planes que yo misma tracé, dándome cuenta de la imbecilidad de mi problema, de la desidia que me embarga, del sinsentido de mi vida y de los colores que le voy robando a la tuya. Déjame, dame un razón…
viernes, 14 de septiembre de 2012
Duele extrañamente, parecido a cuando quieres vomitar, estás a punto, lo sabes, pero no puedes. Te abstienes, te retienes. Desgarro vibrante en todo el cuerpo, lo pienso, lo mastico, lo intento escupir. Me arrepiento. Antes, ahora, después. Casi siempre me arrepiento. Un vaho de muerte se sienta a mi derecha y sé que no se puede más. Ni arrepentirse, ni someterse a un destino plano. Ya las palabras se sientan desganadas en mi lengua, la incertidumbre, el que… el cuando… Estar envuelta en la “tormenta de mierda”. “Todo lo que empieza como comedia acaba como tragedia”
viernes, 10 de agosto de 2012
Los días y mis no trabajos, los fracasos, golpeando la frente y los dedos de los pies. Mordiendo cada segundo, adentro, por fuera. Escuchando… bla bla bla, tantas cosas importantes, el futuro, el deber, el deber ser, y resoplando en mis orejas frías aquellas ideas de las que no puedo hablar. Aquella que me alejan de tu lado, de ellos, de todo y no. Al menos este puto sin sentido me da ganas de escribir.
lunes, 11 de junio de 2012
No quiero contenerme, vaciar mis sesos en esta hoja y en más. Ennegrecerme los dedos con la tinta, con la vida. Con los gritos atrapados perpetuamente en una garganta que aprendió a callar. No se si quiero preguntarme, no se si quiero saber. No se a donde voy. Planificar la vida es algo incierto, saber cada paso para dudarlo en la parte posterior del cráneo, húmeda como un pantano pero lejana como una isla. Alejarse, alejarse. Instalar muelles en los dedos de los pies. Conmocionarse con nada, tener los ojos ya no vidriosos, sino de vidrio. Crecer, enredarse en una vorágine indecible, indeseable, indestructible. La pregunta lo destruye todo, pero todo, todo, lo aguanta todo. Rimbaud lo dijo y no desestimaré jamás sus palabras. Cuestionamientos ridículos, que se alejan ridículamente, travestidos de certezas inciertas. De ideales, de planes. Me falta sangre. O tal vez me revalsó y por eso no la siento. Necesito un electroshok. Más fuerte que el frío inclemente, menos cruel que la acidez de una mandarina o de un recuerdo. Algo se quiebra a ratos, se descascara. Y en los ojos de algunas gentes no veo nada más que abismos tan muertos como la noche. Y en los ojos de otras, puentes, o muelles otra vez. Los míos están taladrados, secos a veces. Estoicos ante las fauces del día siguiente, del posterior. Lo único que acalla cualquier estruendo, que congela la duda es esa mirada de perro dulce.
¡Oh, adolescencia perdida! ... erase and... Fuck it.

Farewell

martes, 5 de junio de 2012
Es raro pensar que tal vez en algún lugar podría encontrarte. Podría ver esos ojos tremendos, avasalladores, temibles. Ojos a los que sin decir adiós despedí para siempre. What if… no necesito nada, soy feliz, como nunca antes, como siempre ahora. Pero a veces recuerdo tus ojos y los imagino, divertidos, escudriñándome desde lugares inesperados, chocando con mi abrigo negro, deslizándose por mi pelo preguntándome, como en aquel sillón rosáceo… Te respondo: Just a few years… i think that a lot, but worth it. Forgive me, I was lost too. I will Always remember…

El odio como tema literario

miércoles, 9 de mayo de 2012
Una adolescente ojerosa y desgreñada, leyendo su poema favorito de Rimbaud, creyendo que las tragedias, griegas y no, son las líneas que escribe con su andar errático, sudado de odios insuperables, fétido a alcohol barato. En un andar idiota, rídiculo golpea arabescos en las calles, orinadas, negras. Las escribe, las reescribe con los puños cerrados. Con el cuerpo trizado, escrito, rescrito, palimpsestado. Cansada de leer. Letras que no abandonan, más cortantes que una lengua. Camina rápido, no mira a nadie. Se avergüenza. El reflejo que le devuelve la vitrina pobre de una farmacia de estación central es un cliché trasnochado (en cama ajena, ultra). Dadá, simple y llanamente. Sus pasos, su vida enferma, el vórtice en sus venas. Sus noches tristes, sus cigarrillos fuertes. Nada más que un torbellino dadá. Un mal personaje literario, regurgitando ad infinitum un odio descolorido, unas lágrimas eyaculadas hasta en el goce más profundo. Agua turbia. Toma, calla. Lee, folla. Camina. Las ojeras crecen, la carne se triza un poco más. Los pasos se hacen más vertiginosos pero una mueca desgarra su faz. Nunca dejaré del todo de ser una adolescente. Ni de leer arabescos en calles que hieden a orin.
viernes, 2 de marzo de 2012
Esa imposibilidad altisonante retumba entre las delgadas paredes de esa caverna, la única que te aprisiona. Y vas al mar, al desierto, a la montaña. Pero no puedes salir jamás.
La luz se cuela con benevolencia senil en sus pliegues, como la voz de un amigo, como el abrazo de un desconocido. Evanescente como la promesa que hiciste ayer y se quedó tan solo dando vueltas entre esa prisión ósea y tu frente.
Apropiarse la luz, alumbrar el camino de salida. ¿Romper la jaula o comprarle más pajaritos?. Das vueltas, das vueltas y no te has movido un solo paso. ¿Qué hacer?. Fuiste tan joven, tan vieja, poblaste de peces muertos tu cabeza. Un día le crecieron alas. Un día salieron.
Se cerró la jaula. Sus barrotes se unieron en una gélida cueva que ahora te estruja, te roba el sueño, te atraganta y extiende su hierro helado por las venas… tal vez algún pez alado acompañe su andar. Tal vez.

weird

martes, 7 de febrero de 2012

raro... ¿qué hago yo con eso?...
Es nada, pero es una nada extraña...
El universo funciona de maneras misteriosas.