Insomnio

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Suena una gotera idiota y repetitiva dentro de las venas, estas azules venas mías.
Siento las venas y siento el aire por la nariz asaltarme y es que en insomnio se siente hasta lo más digno de olvidarse.
La luz me carcome los ojos y amenaza con dejarlos abiertos. ¡Maldita sea esa luz, maldita, al igual que el infierno!
Y eso parece ahora este maldito momento, sonidos lejanos y taladrantes, manchas de luz ladridos de perro, todo en una ensalada que gustoso me trae ese horrendo mesero.
Este mesero odioso me frecuenta mucho en el último tiempo: ¿qué se servirá hoy señorita? Tenemos insomnio a la naranja, soufflé de pesadillas y budín de recuerdos.
Con odio le quito la bandeja y con verdadero furor le grito de lejos… ¿por qué no vas a hueviar a tu abuela y dejas de una vez que me drogue el puto sueño?

XI

miércoles, 12 de diciembre de 2007
Y ayer pasó sin más. Siguió habiendo tierra, siguió galopando el mar. Siguió bailando la luna con la noche morena, brillaron estrellas, volaron aves.
Y yo en el medio, el medio de todo, con un templo en mi pecho, gritando, corriendo luces, corriendo almas.
En el medio de la nada, como un huracán mudo, como una película rota en un cine vacío.
Girando colores, absorbiendo sin tocarme, la realidad infame. No sabe, no sabe.
No entiende ni calla. Me habla de desiertos, me habla de lunas. No sabe ni entiende. Estúpida y vil, toda malezas, toda demonios.
Estoy en el medio con mis alas mutiladas. Se me desangran los sueños, estoy muriendo, estoy lejana, estoy sufriendo.
Me traspasa el pecho una daga de nieve. Dolor perenne, frío por siempre.
Todo pasa, pasa. Se ríen de la vida, las sílfides y los árboles, todo azúcar, todos felices.
Y yo en el medio de todo y de nada. Reptante mi mente, arrastrándose por espinas de ponzoña; por esos ojos que aniquilan cuando me ven, escondidos.
Me muero, me muero, me muero… Difunta mi mano que rasguñas las letras. Difunta y sacrílega, robándose las emociones de los vivos.
¡Maldita, irreal! Esa es mi sangre, revolcándose en esta realidad que no entiende, que no es mía.
Que es prostituta, que se vende al mejor postor.
Yo no compro, yo no vendo. Yo me muero, extinta y sola, me voy al infierno… me voy lento, lento…