En el allá-entonces todo es vaporoso, es vivir el estado algodón de azúcar. Hasta en las calles, mas feas que las del aquí-ahora, que no es ahora por un par de semanas. Caminando en mi paraíso de recortes de papel, de cavernas que ya no existen, pero que dejan ecos de risas. Allá, aquí… mi cabeza gravita entre dos polos, como un pez enamorado de dos luciérnagas ciegas.
Así ondeando entre cerros de minutos, de letras, de viento. Así ondeando, serpiente. Así te vas quedando en el limbo, escindida, encantada. Ahogada en el medio, en el no estar ni aquí ni allá, pero estando en todas partes.
Ahora lanzas un beso, perseguida por algo terrible que te espera del otro lado. Ese lado que gira con el reloj, ese lado al que le tiras el pelo y no quieres dejar ir. Así, te acuestas pensando en
una aquí-ahora-allá-entonces-más-allá que aun no existe, acariciando la cadera de esa incomprensión que no te deja, de esa imagen que lo entiende pero que no has encontrado. De alguna que te sepa leer…
…Los labios, las manos, las letras… la piel…
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