Leo un horóscopo al día, solo el mío. Alguna vez leí dos, tal vez tres. Mi futuro astrológico es el único que me compete ahora. Y las estrellas que caen de tus dedos, tal vez mañana, tal vez…
Me quemaras con estrellas moribundas y yo me dejaré sumisa (eso crees) mientras mis zarpas te marcaran, sangrarás, me quemare y así doliendo, doliendo nos quedaremos en la memoria del otro. Te quedarás, espero, hasta que lea dos horóscopos al día y el café de la mañana, aunque frío, nos haga abrazarnos y decir “que bueno es despertar así”.
It's a Trap!
Hace 5 años
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