Mirar por la ventana y ver arboles y más arboles correr. Pero pensar que tras ellos hay ojos, y esos ojos ya tienen nombre. Escuchar canciones, y en el playlist, pasar por alto las tristes, y escuchar solo las lindas, las románticas, y ahora pensar, no en una polilla, sino en ella. Y no sabes porque… de pronto piensas, citando una película igual de mamona que las canciones ya referidas “ el león se enamoró de la oveja”… lo piensas, pero luego te preguntas ¿ la oveja es oveja? ¿ Eres tu el león?... ¿puede haber amor?... Mientras el sueño se diluye en tu cabeza e intentas despertar… desesperadamente quieres despertar
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